Es recurrente la idea de asociar el origen del patrimonio industrial a la imagen del original pórtico neoclásico de la estación londinense de Euston que fue demolido en 1962 para realizar una reforma integral del espacio ferroviario y construir una nueva terminal. Ese año es considerado por los principales especialistas como el del nacimiento, al calor de las protestas que se dieron para intentar evitar su demolición, de una nueva disciplina o área de conocimiento que se dio en llamar Arqueología Industrial y que después se consolidaría como Patrimonio Industrial, aunque también se usan otros términos como Arquitectura Industrial. Esta nueva rama del saber contó con dos autores que definirían grosso modo las “dos almas” del patrimonio industrial, que se han combinado en algunos momentos, en otros se han dado la espalda e incluso han buscado la supremacía sobre la otra. Una ha estado más presente en las aulas y las bibliotecas, y otra se ha movido más desde el impulso social, la reivindicación y su carácter popular. Kenneth Hudson (1976) representaría esa mirada académica que acerca lo que él llamaba como Arqueología Industrial al ámbito de estudio de la Historia Económica, y así la definiría como “el descubrimiento, la catalogación y el estudio de los restos físicos del pasado industrial, para conocer a través de ellos aspectos significativos de las condiciones de trabajo, de los procesos técnicos y de los procesos productivos”. Se entrevé en esta definición una clara interpretación socioeconómica de la industrialización. Por su parte, Angus Buchanan (1972) estaba más interesado en la preservación y restauración del monumento, con un mayor interés por el continente que por el contenido. Tanto Hudson, más teórico, como Buchanan, más descriptivo, incluyen a todos los sectores económicos en sus análisis de arqueología industrial. Resulta no obstante curioso constatar que, en contra lo que pudiera pensarse en primera instancia, Hudson era periodista y Buchanan profesor universitario.
10.28.2022
EL FERROCARRIL: MODERNIDAD Y PATRIMONIO
En el año 2022 se celebra el europeo del ferrocarril y es una buena oportunidad para reflexionar sobre este medio de transporte que está próximo a conmemorar su segundo centenario y cuya relevancia se ha renovado desde sus orígenes hasta el momento actual, atisbándose en el horizonte un sólido protagonismo de futuro.
7.27.2021
RELEYENDO A PERELMAN
El fin de la economía, Michael Perelman, 1997. Barcelona: Ariel Sociedad Económica (traducción Blanca Ribera de Madariaga), 262 p. ISBN: 84-344-1429-5
7.19.2021
APUNTES SOBRE ECONOMÍA DEL TRANSPORTE
El transporte, al igual que cualquier otra industria, requiere un equipo de capital, mano de obra e inputs para llevar a cabo sus tareas. Sin embargo, y esto es una singularidad casi exclusiva del transporte, divide su equipo entre planta fija (o infraestructura) y planta móvil (o material móvil), dándose para cada una de ellas características y condicionamientos particulares que obligan a una interpretación más compleja del sistema de transportes (Thomson 1976).